La pérdida de un diente genera alteraciones en la boca, que serán mayores cuanto mayor sea el número de piezas perdidas y el tiempo transcurrido hasta su reposición.
En ausencia del diente los alimentos dañarán la encía durante su ingestión, dificultando la masticación y produciendo irritación.
Seguidamente, los dientes vecinos y opuestos intentaran ocupar el espacio vacío e irán inclinándose hasta encontrar el contacto perdido.
Eso hará que los puntos interdentales se abran facilitando la retención de alimentos entre los dientes……
lo que incrementará la aparición de caries……………….
y formación de sarro.
Además, el alimento retenido también favorecerá la aparición de la enfermedad periodontal.
Con el tiempo, como el diente contrario tratará de encontrar a su opuesto este irá perdiendo anclaje poco a poco, ocasionando movilidad y posible pérdida de la pieza.
Finalmente, el cambio de posición de los dientes hará que éstos se articulen incorrectamente.,
surgiendo contactos indebidos y sobrecargas que producirán desgastes y dolor.
La pérdida de dientes conlleva también alteraciones digestivas ya que la trituración de los alimentos será deficiente.
Asimismo, la articulación de la mandíbula tendrá que adaptarse a los nuevos cambios pudiendo aparecer ruidos durante la masticación y dolor.
A fin de evitar los problemas mencionados, será necesario reponer cuanto antes los dientes que faltan y restaurar la posición de mordida a su punto original.
SI HAS PERDIDO ALGUNA PIEZA NO LO DEJES PASAR, AHORRE TRATAMIENTOS LARGOS Y COMPLEJOS SI TRANSCURRE DEMASIADO TIEMPO.