El factor más importante en la longevidad esperada de un implante dental es la higiene, si la limpieza dental es deficiente, las bacterias se acumularán en la superficie del implante y causarán inflamación de la membrana mucosa que rodea el implante, esto es lo que se conoce como mucositis. Si no se trata, la mucositis puede progresar a una condición más peligrosa llamada periimplantitis, en la que hay inflamación y pérdida ósea alrededor del implante. Finalmente, el implante pierde su anclaje en el hueso y se afloja.

La vida útil de los implantes dentales también puede verse afectada por factores de salud, como la diabetes o el cáncer, o por hábitos como fumar, factores que aumentan en gran medida la probabilidad de fracaso de un implante dental.

En cualquier caso,  los implantes dentales deben mantenerse a través del cepillado regular y el uso de hilo dental, y también se debe evitar morder cosas duras con ellos, ya que del mismo modo que puede romper un diente natural, también se puede romper una tapa en un implante.

La corona dental, por otro lado, tiene una vida más corta que un implante, con una duración aproximada de 10 a 15 años antes de que el desgaste normal pueda hacer que el diente requiera reemplazo, aunque una excelente higiene dental podría extender la vida útil de una corona dental más allá de los 15 años.