Más del 80% de los casos de halitosis se originan en la propia boca, tres puntos de la cavidad oral son críticos: los dientes, la región posterior de la lengua, donde frecuentemente ocurre la acumulación de bacterias y las amígdalas.
La acumulación de cáseum en las amígdalas (o piedras amigdalares) es un problema común y con frecuencia embarazoso. Son pequeños grupos de residuos blanquecinos o amarillentos que se acumulan en las grietas de la superficie de las amígdalas (criptas).
Muchas personas piensan que son partículas de comida, pero están hechas principalmente de epitelio descamado de aspecto granuloso. Con el tiempo, estos granos minúsculos pueden formar pequeñas «bolas blanquecinas» más visibles.
Características del cáseum:
- Una forma redonda y bastante irregular.
- Una consistencia pastosa.
- Una coloración amarilla o blanquecina.
- Un aspecto general parecido al queso (cáseum significa queso en latín).
- Olor nauseabundo.
Pueden ser expulsados al toser o, a veces, eliminarse con la presión de un bastoncillo o el dedo del paciente. Después de la extracción, lo normal es que reaparezcan en cuestión de semanas o meses. Pueden ser muy molestos, pero no son peligrosos, por lo que si se notan con poca frecuencia y molestan sólo ligeramente, no requieren tratamiento. Sin embargo, para algunos pacientes pueden ser una molestia a la semana o incluso a diario, por lo que suelen buscar soluciones.
Los síntomas pueden ser
- Dolor de garganta
- Dificultada para deglutir
- Dolor de oído
- Mal aliento
La única solución permanente para esta condición es la extirpación de las amígdalas (amigdalectomía) lo cual se realiza en raras ocasiones, ya que los pacientes suelen ser adultos y la amigdalectomía en adulto es una cirugía mayor, con mucho dolor y riesgo de hemorragias postoperatorias graves.
Una alternativa para la amigdalectomía es la tunelización amigdalar por radiofrecuencia, que es un procedimiento realizado bajo anestesia local.
Otra opción es la criptolisis o ablación con láser de las amígdalas. Este procedimiento se realiza en el quirófano bajo anestesia local con el uso del láser de dióxido de carbono.