ENFERMEDAD DE LAS ENCIAS

La gingivitis puede permanecer estable durante años, pero es un factor de riesgo a sufrir periodontitis y pérdida dentaria. En tal caso, la inflamación de la encía se extiende al ligamento periodontal, tejido conectivo y hueso alveolar. El epitelio ulcerado de la encía migra por la superficie de la raíz siguiendo un proceso destructivo que genera bolsas subgingivales, reabsorbiéndose hueso y tejido conectivo, y finalizando con la pérdida del diente.

Definición de factor de riesgo

Factor de riesgo es toda circunstancia o situación que aumenta las probabilidades de una persona de contraer una enfermedad o cualquier otro problema de salud.

Existen factores de riesgo, tanto locales como sistémicos, que deben ser tomados muy en cuenta al momento de realizar el diagnóstico periodontal. Los factores de riesgo con más connotación en estas últimas tres décadas han sido el cigarrillo, la diabetes y la influencia genética.

Son varios los factores que predisponen al paciente a sufrir periodontitis y que influyen directamente en la progresión de la enfermedad:

Placa bacteriana o biofilm

  • El biofilm es el principal factor etiológico en la inflamación de los tejidos periodontales. Además la transformación de gingivitis en periodontitis está influenciada por otros factores de riesgo.

 Edad

  • El envejecimiento en sí no incrementa la susceptibilidad a sufrir periodontitis, pero el efecto acumulativo de depósitos de biofilm y cálculo, así también como el mayor número de lugares capaces de albergar esos depósitos, la pérdida de inserción y de hueso, explican esa mayor prevalencia de la enfermedad en personas de mayor edad.

 Hábito de fumar

  • El tabaquismo es el principal factor de riesgo a sufrir periodontitis crónica, y además disminuye la respuesta al tratamiento periodontal. En las personas fumadoras los signos y síntomas, principalmente el enrojecimiento gingival y el sangrado, pueden quedar enmascarados.

Enfermedades sistémicas

  • La diabetes mellitus es la principal enfermedad sistémica asociada al desarrollo de periodontitis crónica. Además ciertos trastornos hematológicos, ciertas medicaciones y trastornos genéticos pueden predisponer al individuo a desarrollar enfermedad periodontal.

 Estrés

  • Las tensiones de la vida diaria y las emociones negativas regulan varios sistemas fisiológicos, incluidos el endocrino e inmunitario. Varios estudios vinculan la periodontitis con variables psicosociales que actúan como favorecedores de la enfermedad periodontal. De todas formas se necesitan más estudios para sustentar la hipótesis que relaciona los factores psicosociales con la etiología de la periodontitis crónica.

Genética

  • La genética es clave en la predisposición y desarrollo de la periodontitis. Se están realizando numerosos estudios en los que se ha intentan identificar los genes y polimorfismos que intervienen en las diferentes formas de periodontitis.

Periodontitis crónica

Se reconoce como la forma más frecuente de periodontitis, caracterizada por la formación de bolsas y/o recesión gingival. Puede clasificarse según:

Su extensión, número de localizaciones afectadas

  • Localizada: número de localizaciones afectadas es menos o igual al 30%.
    Generalizada: número de localizaciones afectadas mayor al 30%.

Según severidad

  • Leve: pérdida de inserción 1-2mm.
    Moderada: pérdida de inserción 3-4mm.
    Severa: pérdida de inserción superior o igual a 5mm.

Periodontitis agresiva

La periodontitis agresiva se caracteriza por la rápida destrucción del hueso alveolar y pérdida de inserción. A su vez, puede clasificarse en:

Periodontitis agresiva localizada

  • Elevada prevalencia en pacientes en edad puberal, que afecta los primeros molares e incisivos, con pérdida de inserción interproximal en mínimo dos dientes permanentes molares.

Periodontitis agresiva generalizada

  • Afecta a menores de 30 años, con pérdida de inserción generalizada que afecta, por lo menos, a tres dientes permanentes distintos.

Consejos preventivos

La enfermedad de las encías se puede prevenir. Basta con cepillarse los dientes dos  tres veces al día durante por lo menos tres minutos seguidos y usar hilo dental cada día.

Usar un cepillo de dientes de cerdas suaves y finas y asegurase de cambiar de cepillo de dientes por lo menos cada 3 meses. Llevar una dieta saludable, evitando los alimentos atiborrados de azúcar, que encantan a las bacterias que crean la placa, recordar que no hay que fumar ni mascar tabaco, e ir al dentista al menos una vez al año.