Si tienes VIH/SIDA, cuida tu salud bucal, la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA)  subraya la importancia de que las personas con VIH/SIDA sigan una serie de consejos prácticos y sencillos para evitar problemas adicionales en su salud bucal que, además, pueden dar lugar a otras complicaciones sistémicas.

La salud bucodental en las personas que tienen una infección por el virus del SIDA adquiere un protagonismo especial. Y es que los problemas orales son muy frecuentes en las personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Más de la tercera parte de las personas que viven con el VIH sufre problemas orales que surgen a causa del debilitamiento del sistema inmunitario. La presencia de la infección por VIH en una persona le hace más susceptible a tener verrugas orales (que también pueden progresar a cáncer oral), aftas o llagas en la boca, caries o periodontitis. Aunque la terapia antirretroviral combinada ha hecho que algunos de estos problemas en la cavidad oral disminuyan su frecuencia, otros se presentan más a menudo con algunos de estos fármacos; así, por ejemplo, la sequedad de boca es un efecto indeseado habitual de estas terapias.

Frecuentes, dolorosos y molestos

Aunque la persona con SIDA se enfrenta a algunas importantes amenazas para su salud y se suele minimizar el impacto de las enfermedades orales asociadas, muchos de estos trastornos que se manifiestan en la cavidad oral, aparte de numerosos, suelen ser dolorosos, molestos y conducir a otros problemas de salud; incluso, son una causa frecuente de vergüenza y deterioro de la calidad de vida. Los problemas orales también pueden ocasionar dificultades con la alimentación. La existencia de dolor o de hipersensibilidad en la boca se asocian a dificultades para masticar y tragar, y el sentido del gusto también puede resultar afectado, todo lo cual puede inducir a una menor ingesta de alimentos necesarios para la vida.

Diagnosticar el VIH por enfermedades orales

Pero, además, la salud bucodental puede ser un precoz indicador de que existe infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. Y es que muchos de los signos y síntomas típicos de VIH+ aparecen por primera vez en la boca y, a menudo, es el profesional de la salud bucodental el primero en notar estos cambios. La boca puede ser la primera parte del cuerpo en mostrar signos de la infección por VIH; así, infecciones oportunistas, como la candidiasis (aftas), a veces son el primer indicador de que el sistema inmunológico no está funcionando adecuadamente y pueden ser un indicador de cómo el VIH está afectando al organismo. Por ello, los profesionales de la salud oral desempeñan un importante papel tanto en la salud bucal como en el bienestar general de estos pacientes.

Se pueden prevenir y tienen tratamiento

La mejor forma de evitar estos problemas orales es visitando al dentista regularmente para someterse a controles y limpiezas bucales que limiten la presencia de bacterias debajo de los dientes y que, en algunos casos, pueden pasar al torrente sanguíneo y ser transportadas a otras zonas del cuerpo.
También es esencial que la persona con VIH/sida siga escrupulosamente unas recomendaciones básicas de higiene bucodental: cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día (después de cada comida es mejor), usar hilo dental todos los días y emplear colutorios indicados. Se recomienda, además, que examine su boca a menudo e informe a su médico de cabecera si observa cualquier cambio inusual en esta cavidad.
Por supuesto, se aconseja tomar todos los medicamentos para el VIH en el momento indicado, ya que de esta forma se protege el sistema inmunológico y se evitan infecciones oportunistas orales. Los problemas orales más comunes relacionados con la infección por el VIH pueden ser tratados de una manera óptima actualmente. Un tratamiento correcto permite mantener una boca más sana.

Hacer frente a la sequedad bucal

La boca seca es uno de los principales trastornos que se advierten en las personas con SIDA. Aparece cuando no hay suficiente saliva para mantenerla húmeda. La saliva ayuda a masticar y digerir la comida; también protege a los dientes de la caries y evita las infecciones porque controla el crecimiento de bacterias y de hongos en la boca. Si no hay saliva suficiente, pueden aparecer caries, así como otras infecciones las cuales pueden causar problemas para masticar y tragar. También se puede sentir la boca pegajosa, seca y con una sensación de ardor. Además, los labios pueden lucir agrietados y resecos. Es importante que el paciente haga saber a su médico si sus medicamentos para el VIH están causándole boca seca.

Para hacer frente a este problema, se recomienda, entre otras cosas, tomar sorbos frecuentes de agua o bebidas sin azúcar, masticar goma de mascar sin azúcar o chupar caramelos duros sin azúcar, así como evitar el consumo de tabaco, alcohol y alimentos salados. En ocasiones, el empleo de humidificadores nocturnos también puede resultar de ayuda en estos casos.